lunes, 3 de abril de 2017

El olvido que somos hoy y que seremos mañana

Héctor Abad Faciolince, 2005
Lectuladia
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Editor original: Sócrates (v1.0)


Héctor Abad Faciolince un escritor, traductor y periodista que nació en Medellín en 1958. Es hijo de Cecilia Faciolince y Héctor Abad Gómez, un destacado médico, profesor universitario y defensor de los Derechos Humanos, quien además fue el fundador de la Escuela Nacional de Salud Pública. Quien es reconocido por sus novelas  como lo son: Malos Pensamientos (1991), Asuntos de un Hidalgo Disoluto (1994), Tratado de Culinaria para Mujeres Tristes (1996), Fragmentos de Amor Furtivo (1998), entre otros.
                                                                                                                                                                      
Un libro fascinante que cuenta con unos datos biográficos muy exactos de la familia del autor Héctor Abad Faciolince, que tiene como personaje principal a su padre quien fue asesinado por paramilitares la tarde del 25 de agosto de 1987, cuando trataba de ingresar a la sede de la Asociación de Institutores de Antioquia para asistir al velorio de su presidente, Luis Felipe Vélez, asesinado esa mañana en la puerta de la sede del sindicato. Fue convencido por una extraña mujer quien lo persuadió para ir a la ya mencionada puerta de la sede del sindicato, en medio del dialogo que sostenía con aquella mujer que poco después desapareció y con unos maestros, se le acercaron dos personas que se movilizaban en una motocicleta que lo ultimaron a tiros. En el libro habla sobre lo raro que esto había sido ya que el cuerpo del presidente del sindicato ya se lo habían llevado al coliseo donde se encontraba en cámara ardiente. La historia también ha llegado a ser universal como lo prueba su edición en muchas lenguas y la acogida crítica.

El olvido que seremos es el repaso por la vida de una familia de clase media, pero sobre todo, de la vida de un hombre que fue asesinando, como muchos más, por vivir por nobles ideales como la realización práctica de los Derechos Humanos, por hablar por los que no tienen voz y pedir mejores condiciones de salubridad y justicia social, era un médico que no solo se dedica a curar a la gente de sus dolencias físicas si no tambien en sus dolencias sociales.

Habla de la vida de un hombre contradictorio con ideas de izquierda que vivía, tal vez, sin saberlo y pasan por la historia: un arzobispo, una monja, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, la Medellín de las décadas comprendidas entre 1960 y 1980; una hija y hermana, Marta Cecilia Abad, quien murió de cáncer y es también rescatada de la preterición causada por el tiempo, junto a unos poemas hasta ahora inéditos de Jorge Luis Borges, de donde sale el título del libro que nos atañe.


Terminaré con una hermosa descripción: “Mi padre lloraba sin avergonzarse del llanto, no como los hijos del estoicismo español, sino como los héroes homéricos”. Y con esta conmovedora convicción que el buen médico dejó escrita en una carta y que su hijo nos regala: “Se justifica vivir si el mundo es un poco mejor, cuando uno muera, como resultado de su trabajo y esfuerzo”. 

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